Rita Segato se ubica en el punto exacto de intersección entre el feminismo y la crítica poscolonial, por eso sus dardos apuntan siempre, de modo más velado o más directo, contra el Estado patriarcal. Devenida rockstar intelectual en Argentina, huyó despavorida del Brasil de Bolsonaro, se entusiasma con los ecos de la rebelión chilena, y metió la cuchara en la pesadilla boliviana. Recién aterrizada de un viaje de trabajo Madrid, y mientras prepara la valija para “subir” a Tilcara, la visitamos en su departamento de San Telmo con la intención de saber qué espera del gobierno de Fernández.