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federico vogelius, el prestidigitador
Hace poco más de cincuenta años, Federico Vogelius decidió fundar una revista, que al toque se tornó mítica. ¿Quién era? ¿Por qué lo hizo? ¿De dónde salió el capital originario? ¿Cuánto se ensañaron con él los militares? Muchas veces nos lo preguntamos y las respuestas quedaron en el aire, como una vaporosa inquietud. Hasta que el autor de esta nota nos propuso buscar los rastros del movedizo inventor de crisis.
en el pogo creemos
Tanto en espacios que concentran el consumo cultural porteño como en los antros que conservan su magia, una constelación de jovencísimas bandas punk hace vibrar los escenarios. La olla a presión que fue el encierro pandémico colaboró a condensar una rabia que hoy desborda y sacude sin buenos modales.
un poema no es una noticia
La poesía no aparece en lista de best sellers ni sus autores forman parte del módico mainstream literario vernáculo. Pero la proliferación de redes de circulación en la escena under revela una vitalidad siempre presente. La conflictiva adjetivación de “nuevo” en la literatura está en el centro de este ensayo que va de Rubén Darío a Rosario Bléfari.
van a correr
En plazas y parques aparecen cada mañana o a la tardecita grupos de runners de todas las edades con sus relojes inteligentes y profesores dispuestos a medir todo, absolutamente todo lo que pase en el entrenamiento. El objetivo es adictivo: superarse a uno mismo. Minutos o incluso segundos de más o de menos en la meta prefijada pueden generar torrentes de angustia o de una alegría inconmensurable que no se encuentra en otros lados. Cinco runners hablan de obsesiones, miedos y logros.
la cofradía que no tiene género
La idea de que es la biología lo que determina el género es uno de los tópicos preferidos de la batalla sin cuartel que lleva adelante la ultraderecha. Pero esta nota no versa sobre furiosos youtubers que reproducen el guion global, sino sobre los grupos de feministas que se organizan para proteger las fronteras de la categoría "mujer".
el posneoliberalismo ¿será de derecha o no será?
La victoria de Trump estuvo a la altura de su voracidad: millones de votos nuevos, mayoría en las Cámaras del Congreso y una oposición sin aliento. Lo que asoma es una nueva fase del imperio, en la que no hay lugar para la moderación ni para los antiguos modales del multilaterismo. ¿Qué hay después del fin de la globalización?
informe sobre vacas argentinas
Algo viene cambiando silenciosamente hace unos años en la dieta y las parrillas argentinas y cada vez más frigoríficos se preparan para exportar. La euforia de la exportación de carne vacuna convive con los niveles de consumo más bajos de la historia. Hablan criadores y matarifes, en un reportaje al filo de los últimos aumentos.
apuntes desde la era del cobre
Más allá del boom del litio y su ajedrez geopolítico, hay otros minerales que en voz baja pero sostenida se constituyeron como los elementos codiciados de empresas mineras y las potencias del norte global que consensúan la transición energética imperante. Notas iniciales para incursionar en las tierras del metal rojizo y el agua que se escapa.
la lenta agonía de la argentina progresista
Es economista e historiador, con una trayectoria notable, una bibliografía sólida y la experiencia de haber sido funcionario. Sin embargo, Pablo Gerchunoff no duda al decir que el último año lo tiene, simplemente, estupefacto. Una conversación sin clichés, mientras no sabemos si después de la noche habrá amanecer.
bailando entre la servidumbre y la libertad
Desde Bajo Flores, la villa más grande y potente de la Capital Federal, emerge una palabra migrante y porteña que posee una tonalidad política singular. Allí la pregunta del millón cobra una densidad notable: ¿cómo destruir la servidumbre voluntaria que nos proponen tanto el capitalismo con culpa como el anarco-neoliberalismo salvaje? El Caporal, el ayni y un stand libertario para un lamento boliviano.
cómo se organizan los que la ven
Después de un primer semestre caótico, todavía impactado por el batacazo electoral y el inicio del ajuste más grande de la humanidad, el Gobierno decidió crear su propio partido para no depender de otros sellos, pero también para ordenar la variopinta tropa interna. La tarea no es sencilla cuando su máximo líder se caracteriza por romper todo, incluido lo propio, y sus bases juveniles se encandilan más con las pantallas que con las calles.